domingo, 26 de noviembre de 2017

MANUEL SATURIO VALENCIA, ÚLTIMO FUSILADO EN COLOMBIA

                                                
                      El siete de mayo se cumplén 97 años del fusilamiento abogado Manuel Saturio Valencia
                                                                   Por José E. Mosquera*
                                                                     Especial para Citará

 A las cuatro de la tarde del 7 de mayo de 1907,al pie de un frondoso árbol de Palosanto en el sitio que actualmente ocupa la residencia privada del Comandante del Departamento de Policía Chocó, al son de trompetas y tambores fue fusilado por un escuadron militar, el abogado Manuel Saturio Valencia.
Acusado del delito de intento de incendio fue llevado al paredon de fusilamiento,pero lo más destacado en todo el proceso acusatorio en contra del abogado Valencia fue la manera como el Juez Penal del Circuito, Gregorio  Ananías Sánchez, recopiló las pruebas para  luego dictar la sentencia de muerte. Lo curioso de este proceso fue que el Juez Sánchez, un día después de la detención y sin haber escuchado en indagatoria al acusado, en un extenso reportaje que escribió en el periódico " Ecos del Chocó" condenó anticipamente al reo a la pena de capital.
El Juez Sánchez en el extenso reportaje aseguró, "cuando aún resuenan en nuestros oídos los disparos que intentaron quitar la vida al Presidente, cuando todavía repercuten en las cuencas de nuestras montañas las descargas que despedazaron a los forajidos que quisieron con su crimen hundirnos en la más espantosa de las situaciones políticas, cuando todos esos recuerdos no se han esfumado y todavía viven en la mente del pueblo colombiano, a parece de nuevo el monstruo acá en nuestras selvas, y se yerque altanero y deja oír su carcajada de demonio y su rechinar, de dientes de fiera famélica pidiendo sangre y destrucción”.
“Si porque el atentado de la madruga del primero de mayo en ésta ciudad, es una de las más espantosas e infames manifestaciones de la anarquía concebir un plan, tenerlo en gestación por dos días consecutivos, esperar tranquilamente que todo el pueblo laborioso se entregue al descanso después de la brega diaria, aguantar que trascurra las primara horas de la noche, tomar luego la tea incendiaria preparada de antemano, en caminarse al centro importante y rico de la ciudad, elegir el edificio de techo de paja como combustible por sus proximidad a otros de la misma tachadura, poner fuego en el acto y enseguida huir eso es ser anarquista”. “La tea del incendiario de una ciudad de madera mide a todos con la misma vara". "El alma corrompida que la aplica no hace distingo ni de posesiones, ni de fortuna, ni de edades, ni de sexo, ni de rezas en el cerebro del chacal del incendiario no caben ni se reproducen ideas de ningún orden elevado, sólo comprende una sola palabra: destrucción”
"Para él el amor no es nada, la amistad no existe y el cristianismo es una farsa en el fondo. Se constituye en el vocero y representante de los desgraciados y considera a la sociedad como un conjunto de seres sin conciencia en que todos son ladrones que le han quitado hasta la parte del aire y del sol que le corresponden.”
“Pocas horas habrían bastado para consumar la destrucción de Quibdó, dos o tres millones de pesos en plata se habrían convertido en cenizas. Y ese miserable es anarquista pero es anarquista estúpido porque en su pretendida obra no hace distingos, sus congéneres de otras naciones, luchan por los infelices…" . "Mientras no se haga luz suficiente en el atentado y la sanción se haga sentir de modo tal que comprendamos que la justicia nos protege, que el gobierno vigila por todos y que ante que el individuo está la comunidad”.
“Nosotros no pedimos el linchamiento porque tenemos nuestras leyes y no queremos que  el pueblo ejerza una justicia que en sus manos se llamaría venganza. La sociedad no se venga si no que aplica la ley sin contemplaciones, sin distinciones y de modo completo. Es necesario el escarmiento de los malvados de cualquier raza o categoría. Nuestro código penal es severo pero hay que convenir que éste delito no debía ser materia de la justicia ordinaria”. “A este infeliz, bastante joven todavía, dotóle Dios de una inteligencia regular y llego hasta ser dispensador de justicia en esta ciudad por mucho tiempo como Juez Municipal, pero su celebro no dá vibraciones suficientes para distinguir cuando se trata de analizar hechos complejos: aficionado a las lecturas de toda clase, llegó a corromperse intelectualmente hasta el extremo de aspirar a la celebridad de Nerón”.
Al dia siguiente de la publicación de estas sindicaciones Saturio Valencia fue detenido y en carcelado, y  luego de cinco días de interrogatorios a la tres y media de la tarde del seis de mayo, mediante veredicto de un Consejo verbal de Guerra fue condenado a la pena de muerte.
En unos de los apartes la Sentencia condenatoria dice,” Todo el que pudo ponerse de pié salio preguntando el lugar del siniestro y se le indicaba como tal, la casa de madera y paja del señor Ruperto Perea, situada en una de las calles más centrales,  comunicadas con las dos casas pajizas de Erasmo Rengifo y Herlinda B. de Torrijos, y rodeada de otras casas de madera que forman la calle más populosa de Quibdó”, los primeros individuos que llegaron pudieron ver que, las llamas habían prendido en el techo hasta el punto de iluminar el lugar del amenazante acontecimiento, y sólo debido al arrojo y a la actividad con que procedieron los primeros concurrentes, puedo evitar que la ciudad quedara en un momento reducida en un motón de cenizas”
“Al amanecer la guardia que quedo custodiando el lugar y los dueños de la casa incendiada, encuentran  entre la paja arrancada para impedir la comunicación de fuego, primero una bola de trapo empapada de petróleo, y luego un cinturón elástico a listas blancas y negras que tiene cosidos una relojera de cuero y un portamonedas de los mismo. Por las diligencias practicadas por el Juez del Circuito, esta comprobado el delito y su autor como puede verse de las declaraciones de los testigos Jorge T. Lozano, Delio Mejía, Emiliano Mejía y José Antonio Gómez”.
En el proceso del fusilamiento de Manuel Saturio Valencia sobresalen dos hechos, que  demustran las claras evidencias del complot organizaron,el Intendente Enrique Palacios Medina, el alcalde Angel María Loazano, el Juez del Circuito, Rodolfo Castro Torrijos y otras personalidades de la ciudad para embriagar al abogado Valencia y acomodar las pruebas para condenarlo. El primero, Ni el Juez ni los otros miembros del Consejo de Guerra  tuvieron en cuenta las pruebas de inocencia presentada por los abogados defensores,Heliodoro Rodríguez y Manuel Gregorio Salazar. El segundo, hecho esta relacionado con los nexos de políticos, de negocios y familiares que tenían los testigos y los responsables de dictar el veredicto.
Y fue por ese mismos complot entre testigos y autoridades que días después de su muerte se exclareció que  los mismos que testificaron en su contra habían sido los mismos que lo embriagaron y aprovecharon su estado de alicoramiento para quitarle sus pertenencias que luego arrojaron  en el lugar del supuesto conato de incendio que ellos mismos  provocaron.
Los abogados Rodríguez y Salazar, además de sustentar la defensa para que se conmutara la pena, por encontrarse el acusado en estado de embriaguez en el momento de los hechos,antes las evidencias del complot encontra de su defendido, acudieron al Presidente de la Republica. En efecto,  el 6 de mayo enviaron un telegrama al Presidente  Rafael Reyes pidiendo la conmutación de la pena. En el telegrama  los juristas le dijeron al Preseidente,“Defensores de oficio de Manuel Saturio Valencia, sindicado incendio Quibdó os pedimos respetuosamente conmutación de la pena capital, como acto de humanidad y justicia”. El siete de mayo, horas, ante de la ejecución llego el telegrama de respuesta del Presidente Reyes, en la que señaló,“Asunto sentencia contra incendiario Quibdó pertenece a  Ministerio de Guerra, al cual he pasado vuestra telegrama”.
Telegrama que los acusadores guardaron pero ¿quiénes fueron los responsables del complot para guardar el telegrama que trasladaba el proceso al ministerio de Guerra, y luego fusilar a Manuel Saturio?. Fueron Rodolfo Castro Torrijos, Ángel María Lozano, los hermanos Delio y Emiliano Mejía, Jorge Lozano, José Antonio Gómez, Clodomiro Moreno y el Intendente Enrique Palacios Medina con quien Manuel Saturio tenía contrariedades por la disputa del amor de Deyanira Castro.
La escogencia de Clodomiro Moreno y el Rodolfo Castro Torrijos como peritos  para que practicaran la inspección ocular de los hechos los mismos que fueron complices del estado de embriaguez del  acusado. Además Castro Torrijos, era hermano hermano de Deyanira y quien se opuso a los amores fortuitos que mantenían con Manuel Saturio.Es decir,  que en todo el proceso  el señor Castro actuo como Juez y parte.
Carlos A Orrego, en una crónica que escribió para el periódico "Ecos del Chocó",relató las últimas  horas de vida de Manuel Saturio Valencia, antes de ser ejecutado, “A las seis del seis de mayo fue sacado de la Cárcel y estuvo en la capilla hasta el otro día a las  tres y media hora en que se le condujo al sitio donde debía se pasado pro las armas. Durante el tiempo que estuvo en la Capilla no toco visitarlo dos veces; la primera el día mismo en que se le había notificado la sentencia, lo vimos de noche a eso de las siete, no denunciaba ansiedad o perturbación ninguna". "Estaba casi oculto en un ángulo de la capilla y parecía abstraído. A su lado había una mesa pequeña y sobre ellas un paquete de cigarros y un breviario”.
“Respetando su abstracción no quisimos entrar para no interrumpirle, pero él se volvió el rostro hacia nosotros y nos instó a que lo hiciéramos, y aún brindó asiento. Hablamos poco o casi nada, y en verdad que el momento no era propicio para ello. Además que podíamos decirle”. “La segunda vez que lo visitamos fue a las dos de la tarde, dos horas antes de la señalada para la ejecución". "Lo vimos turbado y leyendo un breviario y la contracción nerviosa de su rostro y la abundante transpiración que observamos sobre su frente, nos probaba que sí tenía, en ese momento al menos, la proximidad a su fin, aún cuando aparentaba o trataba de aparentar completa tranquilidad". "Nos brindó un cigarrillo, y al preguntarle que sí tenía alguna declaración que hacer para recogerla nosotros y publicarla, todo lo que tengo que decir es esto que escribí”.
“A las tres y media el reo fue conducido por una  escolta hacia la parte note de la población, a un llamo contiguo al cementerio, en donde se había preparado el cadalso, cuyo sito preciso señalaba un banco de mambú y una tablilla con el nombre del reo". "El desfile de la comitiva fue imponente". "Saturio iba a la cabeza, en medio de la escolta cuyo paso marcaba una caja a la sordina”
Hubo lágrimas y sollozos entre quienes acudieron a ver la última ejecución ordenadas de dentro de la ley de pena de muerte. No hubo clemencia: a Saturio le dispararon al corazón por incendiario. Este poeta y músico puso en el corazón de sus hermanos de raza perseguidos por el complot del Intendente, el Juez, la familia Castro y sus amigos de la carrera primera. acabaron con la vida promisoria de un hombre que a los  40 años se había convertido en una esperanza para los más humildes en una ciudad donde una minoría controlaba el poder político y económico.
Envuelto en una túnica, descalzo y magullado por los azotes que le dieron durante su reclusión en la Cárcel. Manuel Saturio camino lento hacia el paredón. Luego un soldado se acercó, le puso una venda blanca sobre sus ojos y un instante después sonó la descarga como los truenos de una tormenta. Y con esa descarga se apago la vida de unos de los primeros intelectuales negros.
Pero su proceso de fusilamiento fue una mezcla de muchos sentimientos encontrados de odios, de rencores, de pasiones, unidos a los problemas de tipo político,económicos, sociales y no por razones raciales como historiacamente algunos escritores chocoanos y el común de los chocoanos han querido difundir, que fue un crímen con tinte racial.
Una evidencia que el fusilamiento del abogado Valencia  no fue por razones raciales esta demostrado en el testimonio escrito por el periodista Vicente Ferrer, de las actuaciones de las un grupo de damas de la élite de la ciudad que intentaron por cuantos medios les fue posible solicitaron  la intervención del Clero para que no se ejecutará la sentencia. Ferrer sobre este espisodio escribió, de nada valió tampoco el ruego humanitario de las damas de Quibdó que bribrantes sus corazones de caridad y de justicia, sin distingo de clases sociales,salieron en su defensa, pero todo fue inútil. Negros y blancos lo amaron  y lo odiaron,pero sólo las mujeres lo llamaban el adalid del ebano y ellas fueron las que más rogaron su indulto.
Sus defensores fueron dos abogados “blancos” que alegaron por todo los medios para que en el Consejo verbal de Guerra se le perdonara la vida y no consiguiendo su objetivo en Quibdó se dirigieron personalmente al Presidente de la República y no pudieron evitar el fusilamiento de su defendido.
                                                                           Un líder político
Saturio era un líder negro, nacido en Quibdó en 1867. Se había formado ayudado varios educadores y principalmente por la Curia,que lo enviaron a estudiar a   Popayán. Por sus capacidades intelectuales se convirtió en un símbolo de sus raza en el Chocó. Su madre Transito se casó con Manuel Saturio Valencia, de quien heredo el nombre, pero éste era un hombre estéril. Saturio resulto siendo hijo del compadre de la familia, Francisco Blandón, quien confesó la verdad al Fraile Felipe Abad.  La  confesión de su padre, y la difusión de  su paternidad, fue el principio de una cadena de acontecimientos dolorosos para un hombre que se había convertido en un abanderado de las luchas de los negros en una ciudad dominada desde el punto de vista económico y político por una minoría “blanca”.
Bajo la tutela de los padres Capuchinos, aprendió a leer y a escribir ,y estos lo  integran al coro de la Igleasia Parroquail. A los 15 años era un aventajado en el dominio del latín, francés y aprendió a tocar el armonio. Por su talento los Sacerdote lo enviaron a Popayán a estudiar leyes pero su mayor preocupación fueron las Ciencas Políticas. El regreso de Saturio Valencia a Quibdó marca para su vida y la del Chocó una nueva historia. Es nombrado Personero municipal de la ciudad, luego fue nombrado Juez de Rentas y Ejecuciones Fiscales.  Esto marcó su ingreso a la política partidista como miembro del Partido Conservador.
Cuando estallo La Guerra de los Mil días se alistó en las fuerzas de su partido al lado del coronel Rafael Conto y Polo,Comandante del Ejército conservador del Chocó y  alcanza el grado de Capitán  por su valerosa participación en las batallas de Tutunendó, el Capotero y Bellavista. Terminada la guerra, Manuel Saturio regresa a  Quibdó y vuelve a ser nombrado Juez de Rentas y Ejecuciones Fiscales para luego llagar a Juez Penal del Circuito de Quibdó, lo que acentúa las intrigas de sus opositores. Se vio entonces obligado a dejar el cargo y se convirtió en abogado de los negros. Comenzó también su vida de músico y poeta, que combinó con su figura de hombre apuesto y refinado que lo llevó a declararle su amor a la bella Deyanira Castro, de la familias prestante  de la ciudad. Fue cuando el odio y la venganza de familia Castro Torrijos se agudizo más contra una persona que no pertenecía a su círculo social.
Luego de varias noches de romances furtivos. Deyanira quedó en embarazo, del que nació una niña. La discriminación social le impidió contraer matrimonio con Deyanira. Buscando consuelo para su desilusión se  refugio en el licor. Buscando mitigar la pena de amor que le había dejado su fustrada relación con Deyanira se enamoró de Arcadia Blandón, quien a la postre resulto ser su hermana, luego de que don Francisco Blandón al ver el romance  le contará que, él es su verdadero padre. Y cuando se entera de esa realidad se lleno de ira e intento asesinar con un cuchillo  a su madre Transito, pero fue detenido por la muchedumbre alertada. De allí en adelante fueron días tormentosos y llenos de amargura y resentimientos.
 Y es por esa, mala jugada del destino es que se queda en las tabernas y cantinas tomando licor para disipar las penas y el dolor. Esa es la situación que aprovechan sus enemigos lo conducen embriagado a la carrera primera y arman ellos mismos el conato de incendio y le quitan el cinturón y la billetera en la madrugada del primero de mayo para montar la coactada y acusarlo de incendiario, entre ellos  Rodolfo Castro y Jorge Tadeo Lozano , hijo del Alcalde de la ciudad Ángel María Lozano y con la complicidad del Intendente el General Enrique Palacios Medina, confabulación que sirvió para acusarlo de pirómano.
La patraña ocurrió en la madrugada del primero de mayo. En esa época, el artículo 29 de la Constitución Política castagaba con la pena de muerte a los incendiarios. El 6 de Mayo, un Concejo Verbal de Guerra condenó al patíbulo.
                                                          ÚLTIMAS PALABRAS
“Dios –dijo "Saturio antes de morir- en su inescrutable arcano, ha querido que hoy siete de mayo de 1907,ocupe yo este lugar, para expiar todas mis faltas cometidas pero como yo, en el transcurso de mi agitada y turbulenta  vida, procuré sacar un bien del más supremo mal; considero y no me permito culpar a quienes en cumplimiento de un deber han dictado y aprobado mi sentencia de muerte; pues yo no dejo de comprender que esto no es sino un correctivo para que no se trunquen el bienestar, paz y progreso de esta naciente Intendencia Nacional del Chocó”
“Hoy no me toca si no pagar la deuda que de antaño deben unos cuantos chacales, los cuales, siendo autores de los mismos delitos que yo cometí, hoy están libres porque  a ellos no se les aplicó, en su época los correctivos; ellos gozan de consideraciones y garantía". "Esto a mi no me extraña, pues desde que tuve uso de razón comprendí que la fatalidad me perseguía y donde quiera que mis miradas eran dirigidas, chocaban con negros nubarrones instalados en el horizonte de mi existencia”.
“Esta es la ley del mundo: Todo lo que nace tienen que morir; y a mi por mi mala estrella, me toca hoy dar cumplimiento a esa inexorable ley, en un patíbulo infame. Estoy plenamente convencido de la verdad de esta frase “El hombre en pos de su destino, ciego avanza: Dios quiso ocultarle lo futuro para no hacerle la vida tan amarga”.Démosle a mi patria, y con especialidad al Chocó, días prósperos y quiera el cielo que nunca en sus horizontes asomen nubarrones tempestuosos”.
Sus últimas palabras estuvieron dirigidas a un amigo de infancia “amigo Ceferino .Adiós. Desde muy pequeño no conocimos; fuimos amigos y además pariente, como tú lo sabes, éramos casi hermanos y en nuestra niñez jugábamos juntos…"."Después fuimos hombre y siempre no hemos querido como tales; a pesar de que nubes tempestuosas han interrumpido nuestras en algunas veces. Ya no puedo más que decirte adiós para siempre y si algún día vieres que en mi fosa no hay cruz, hazla poner, que Dios te lo pagará Adiós”.
En unos de los a partes finales de la Sentencia se afirma, "Hacía 54 años que en ésta nuestra tierra no se oía la descarga de un tio de fusíl para castigar un crímen nefando y desentones hasta hopy llega a 20 más o menos la cifra de los incendios o conatos de incendios en esta tierra. Ya se hacía necesaria la aplicación de un correctivo....No hay, pues, en la medida aplicada hoy ni odio antagónico de razas ni relajación del espíritu cristiano nuestro; quién obró en ésta ocasión fue la Diosa que calza coturnos, lleva una venda en los ojos, en la distra la espada que castiga, en la siniestra balanza que pesa nuestro acto.....la Justicia".
Pese a que el Presidente Rafael Reyes envió un mensaje urgente para que fuera el ministro de Guerra que estudiará el caso, sus enemigos lo guardaron. Cuando se supo la verdad, Saturio estaba bajo un metro de tierra, sepultado en el Cementerio y con una cruz de madera con su nombre y fecha. Fecha del último fusilado en Colombia por orden constitucional.
*Periodista y escritor
joemosbe@epm.net.co


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