El
siete de mayo se cumplén 97 años del fusilamiento abogado
Manuel Saturio Valencia
Por José E. Mosquera*
Especial
para Citará
A
las cuatro de la tarde del 7 de mayo de 1907,al pie de un frondoso árbol
de Palosanto en el sitio que actualmente ocupa la residencia privada del
Comandante del Departamento de Policía Chocó, al son de trompetas
y tambores fue fusilado por un escuadron militar, el abogado Manuel
Saturio Valencia.
Acusado
del delito de intento de incendio fue llevado al paredon de fusilamiento,pero
lo más destacado en todo el proceso acusatorio en contra del abogado
Valencia fue la manera como el Juez Penal del Circuito,
Gregorio Ananías Sánchez, recopiló las pruebas para luego dictar la
sentencia de muerte. Lo curioso de este proceso fue que el Juez Sánchez,
un día después de la detención y sin haber escuchado en indagatoria
al acusado, en un extenso reportaje que escribió en el periódico
" Ecos del Chocó" condenó anticipamente al reo a la pena de
capital.
El
Juez Sánchez en el extenso reportaje aseguró, "cuando aún resuenan en
nuestros oídos los disparos que intentaron quitar la vida al Presidente,
cuando todavía repercuten en las cuencas de nuestras montañas las descargas que
despedazaron a los forajidos que quisieron con su crimen hundirnos en la más
espantosa de las situaciones políticas, cuando todos esos recuerdos no se han
esfumado y todavía viven en la mente del pueblo colombiano, a parece de nuevo
el monstruo acá en nuestras selvas, y se yerque altanero y deja oír su
carcajada de demonio y su rechinar, de dientes de fiera famélica pidiendo
sangre y destrucción”.
“Si
porque el atentado de la madruga del primero de mayo en ésta ciudad, es una de
las más espantosas e infames manifestaciones de la anarquía concebir un plan,
tenerlo en gestación por dos días consecutivos, esperar tranquilamente que todo
el pueblo laborioso se entregue al descanso después de la brega diaria,
aguantar que trascurra las primara horas de la noche, tomar luego la tea
incendiaria preparada de antemano, en caminarse al centro importante y rico de
la ciudad, elegir el edificio de techo de paja como combustible por sus
proximidad a otros de la misma tachadura, poner fuego en el acto y enseguida
huir eso es ser anarquista”. “La tea del incendiario de una ciudad de madera
mide a todos con la misma vara". "El alma corrompida que la aplica no
hace distingo ni de posesiones, ni de fortuna, ni de edades, ni de sexo, ni de
rezas en el cerebro del chacal del incendiario no caben ni se reproducen ideas
de ningún orden elevado, sólo comprende una sola palabra: destrucción”
"Para
él el amor no es nada, la amistad no existe y el cristianismo es una farsa en
el fondo. Se constituye en el vocero y representante de los desgraciados y
considera a la sociedad como un conjunto de seres sin conciencia en que todos
son ladrones que le han quitado hasta la parte del aire y del sol que le
corresponden.”
“Pocas
horas habrían bastado para consumar la destrucción de Quibdó, dos o tres
millones de pesos en plata se habrían convertido en cenizas. Y ese miserable es
anarquista pero es anarquista estúpido porque en su pretendida obra no hace
distingos, sus congéneres de otras naciones, luchan por los infelices…" .
"Mientras no se haga luz suficiente en el atentado y la sanción se haga sentir
de modo tal que comprendamos que la justicia nos protege, que el gobierno
vigila por todos y que ante que el individuo está la comunidad”.
“Nosotros
no pedimos el linchamiento porque tenemos nuestras leyes y no queremos que el pueblo ejerza una justicia que en sus
manos se llamaría venganza. La sociedad no se venga si no que aplica la ley sin
contemplaciones, sin distinciones y de modo completo. Es necesario el
escarmiento de los malvados de cualquier raza o categoría. Nuestro código penal
es severo pero hay que convenir que éste delito no debía ser materia de la
justicia ordinaria”. “A este infeliz, bastante joven todavía, dotóle Dios de
una inteligencia regular y llego hasta ser dispensador de justicia en esta
ciudad por mucho tiempo como Juez Municipal, pero su celebro no dá vibraciones
suficientes para distinguir cuando se trata de analizar hechos complejos:
aficionado a las lecturas de toda clase, llegó a corromperse intelectualmente
hasta el extremo de aspirar a la celebridad de Nerón”.
Al
dia siguiente de la publicación de estas sindicaciones Saturio Valencia fue
detenido y en carcelado, y luego de cinco días de interrogatorios a la
tres y media de la tarde del seis de mayo, mediante veredicto de un Consejo
verbal de Guerra fue condenado a la pena de muerte.
En
unos de los apartes la Sentencia condenatoria dice,” Todo el que pudo
ponerse de pié salio preguntando el lugar del siniestro y se le indicaba como
tal, la casa de madera y paja del señor Ruperto Perea, situada en una de las
calles más centrales, comunicadas con
las dos casas pajizas de Erasmo Rengifo y Herlinda B. de Torrijos, y rodeada de
otras casas de madera que forman la calle más populosa de Quibdó”, los primeros
individuos que llegaron pudieron ver que, las llamas habían prendido en el
techo hasta el punto de iluminar el lugar del amenazante acontecimiento, y sólo
debido al arrojo y a la actividad con que procedieron los primeros
concurrentes, puedo evitar que la ciudad quedara en un momento reducida en un
motón de cenizas”
“Al
amanecer la guardia que quedo custodiando el lugar y los dueños de la casa
incendiada, encuentran entre la paja
arrancada para impedir la comunicación de fuego, primero una bola de trapo
empapada de petróleo, y luego un cinturón elástico a listas blancas y negras
que tiene cosidos una relojera de cuero y un portamonedas de los mismo. Por las
diligencias practicadas por el Juez del Circuito, esta comprobado el delito y
su autor como puede verse de las declaraciones de los testigos Jorge T. Lozano,
Delio Mejía, Emiliano Mejía y José Antonio Gómez”.
En
el proceso del fusilamiento de Manuel Saturio Valencia sobresalen dos
hechos, que demustran las claras evidencias del
complot organizaron,el Intendente Enrique Palacios Medina, el alcalde
Angel María Loazano, el Juez del Circuito, Rodolfo Castro Torrijos y otras
personalidades de la ciudad para embriagar al abogado Valencia y acomodar
las pruebas para condenarlo. El primero, Ni el Juez ni los otros miembros
del Consejo de Guerra tuvieron en cuenta las pruebas de inocencia presentada
por los abogados defensores,Heliodoro Rodríguez y Manuel Gregorio Salazar. El
segundo, hecho esta relacionado con los nexos de políticos, de negocios y
familiares que tenían los testigos y los responsables de dictar el veredicto.
Y
fue por ese mismos complot entre testigos y autoridades que días después de su
muerte se exclareció que los mismos que testificaron en su
contra habían sido los mismos que lo embriagaron y
aprovecharon su estado de alicoramiento para quitarle sus
pertenencias que luego arrojaron en el lugar del supuesto conato de
incendio que ellos mismos provocaron.
Los
abogados Rodríguez y Salazar, además de sustentar la defensa para que se
conmutara la pena, por encontrarse el acusado en estado de embriaguez en el
momento de los hechos,antes las evidencias del complot encontra de su
defendido, acudieron al Presidente de la Republica. En efecto, el 6 de
mayo enviaron un telegrama al Presidente Rafael Reyes pidiendo la
conmutación de la pena. En el telegrama los juristas le dijeron al Preseidente,“Defensores de oficio de Manuel
Saturio Valencia, sindicado incendio Quibdó os pedimos respetuosamente
conmutación de la pena capital, como acto de humanidad y justicia”.
El siete de mayo, horas, ante de la ejecución llego el telegrama de respuesta
del Presidente Reyes, en la que señaló,“Asunto
sentencia contra incendiario Quibdó pertenece a
Ministerio de Guerra, al cual he pasado vuestra telegrama”.
Telegrama
que los acusadores guardaron pero ¿quiénes fueron los responsables del complot
para guardar el telegrama que trasladaba el proceso al ministerio de Guerra, y
luego fusilar a Manuel Saturio?. Fueron Rodolfo Castro Torrijos, Ángel María
Lozano, los hermanos Delio y Emiliano Mejía, Jorge Lozano, José Antonio Gómez,
Clodomiro Moreno y el Intendente Enrique Palacios Medina con quien Manuel
Saturio tenía contrariedades por la disputa del amor de Deyanira Castro.
La
escogencia de Clodomiro Moreno y el Rodolfo Castro Torrijos
como peritos para que practicaran la inspección ocular de los
hechos los mismos que fueron complices del estado de embriaguez del
acusado. Además Castro Torrijos, era hermano hermano de Deyanira y quien
se opuso a los amores fortuitos que mantenían con Manuel Saturio.Es decir, que en todo el proceso el señor Castro actuo como Juez y parte.
Carlos
A Orrego, en una crónica que escribió para el periódico "Ecos del
Chocó",relató las últimas horas de vida de Manuel Saturio
Valencia, antes de ser ejecutado, “A las seis del seis de mayo fue sacado
de la Cárcel y estuvo en la capilla hasta el otro día a las tres y media hora en que se le condujo al
sitio donde debía se pasado pro las armas. Durante el tiempo que estuvo en la
Capilla no toco visitarlo dos veces; la primera el día mismo en que se le había
notificado la sentencia, lo vimos de noche a eso de las siete, no denunciaba
ansiedad o perturbación ninguna". "Estaba casi oculto en un ángulo de
la capilla y parecía abstraído. A su lado había una mesa pequeña y sobre ellas
un paquete de cigarros y un breviario”.
“Respetando
su abstracción no quisimos entrar para no interrumpirle, pero él se volvió el
rostro hacia nosotros y nos instó a que lo hiciéramos, y aún brindó asiento.
Hablamos poco o casi nada, y en verdad que el momento no era propicio para
ello. Además que podíamos decirle”. “La segunda vez que lo visitamos fue a las
dos de la tarde, dos horas antes de la señalada para la ejecución".
"Lo vimos turbado y leyendo un breviario y la contracción nerviosa de su
rostro y la abundante transpiración que observamos sobre su frente, nos probaba
que sí tenía, en ese momento al menos, la proximidad a su fin, aún cuando
aparentaba o trataba de aparentar completa tranquilidad". "Nos brindó
un cigarrillo, y al preguntarle que sí tenía alguna declaración que hacer para
recogerla nosotros y publicarla, todo lo que tengo que decir es esto que
escribí”.
“A
las tres y media el reo fue conducido por una
escolta hacia la parte note de la población, a un llamo contiguo al
cementerio, en donde se había preparado el cadalso, cuyo sito preciso señalaba
un banco de mambú y una tablilla con el nombre del reo". "El desfile
de la comitiva fue imponente". "Saturio iba a la cabeza, en medio de
la escolta cuyo paso marcaba una caja a la sordina”
Hubo
lágrimas y sollozos entre quienes acudieron a ver la última ejecución ordenadas
de dentro de la ley de pena de muerte. No hubo clemencia: a Saturio le
dispararon al corazón por incendiario. Este poeta y músico puso en el corazón
de sus hermanos de raza perseguidos por el complot del Intendente, el Juez, la
familia Castro y sus amigos de la carrera primera. acabaron con la vida
promisoria de un hombre que a los 40 años se había convertido en una
esperanza para los más humildes en una ciudad donde una minoría controlaba el
poder político y económico.
Envuelto
en una túnica, descalzo y magullado por los azotes que le dieron durante su
reclusión en la Cárcel. Manuel Saturio camino lento hacia el paredón. Luego un
soldado se acercó, le puso una venda blanca sobre sus ojos y un instante
después sonó la descarga como los truenos de una tormenta. Y con esa descarga
se apago la vida de unos de los primeros intelectuales negros.
Pero
su proceso de fusilamiento fue una mezcla de muchos sentimientos encontrados de
odios, de rencores, de pasiones, unidos a los problemas de tipo
político,económicos, sociales y no por razones raciales como historiacamente
algunos escritores chocoanos y el común de los chocoanos han querido difundir,
que fue un crímen con tinte racial.
Una
evidencia que el fusilamiento del abogado Valencia no fue por
razones raciales esta demostrado en el testimonio escrito por el periodista
Vicente Ferrer, de las actuaciones de las un grupo de damas de la élite de la
ciudad que intentaron por cuantos medios les fue posible solicitaron la
intervención del Clero para que no se ejecutará la sentencia. Ferrer sobre este
espisodio escribió, de nada valió tampoco el ruego humanitario de las damas de
Quibdó que bribrantes sus corazones de caridad y de justicia, sin distingo de
clases sociales,salieron en su defensa, pero todo fue inútil. Negros y blancos
lo amaron y lo odiaron,pero sólo las mujeres lo llamaban el adalid del
ebano y ellas fueron las que más rogaron su indulto.
Sus
defensores fueron dos abogados “blancos” que alegaron por todo los medios para
que en el Consejo verbal de Guerra se le perdonara la vida y no consiguiendo su
objetivo en Quibdó se dirigieron personalmente al Presidente de la República
y no pudieron evitar el fusilamiento de su defendido.
Un líder
político
Saturio
era un líder negro, nacido en Quibdó en 1867. Se había formado ayudado
varios educadores y principalmente por la Curia,que lo enviaron a
estudiar a Popayán. Por sus capacidades intelectuales se
convirtió en un símbolo de sus raza en el Chocó. Su madre Transito se casó con
Manuel Saturio Valencia, de quien heredo el nombre, pero éste era un hombre
estéril. Saturio resulto siendo hijo del compadre de la familia, Francisco
Blandón, quien confesó la verdad al Fraile Felipe Abad. La
confesión de su padre, y la difusión de su paternidad, fue el
principio de una cadena de acontecimientos dolorosos para un hombre que se
había convertido en un abanderado de las luchas de los negros en una ciudad
dominada desde el punto de vista económico y político por una minoría “blanca”.
Bajo
la tutela de los padres Capuchinos, aprendió a leer y a escribir ,y estos
lo integran al coro de la Igleasia Parroquail. A los 15 años era un
aventajado en el dominio del latín, francés y aprendió a tocar el armonio. Por
su talento los Sacerdote lo enviaron a Popayán a estudiar leyes pero
su mayor preocupación fueron las Ciencas Políticas. El regreso de Saturio
Valencia a Quibdó marca para su vida y la del Chocó una nueva historia. Es
nombrado Personero municipal de la ciudad, luego fue nombrado Juez de
Rentas y Ejecuciones Fiscales. Esto marcó su ingreso a la política
partidista como miembro del Partido Conservador.
Cuando
estallo La Guerra de los Mil días se alistó en las fuerzas de su partido al
lado del coronel Rafael Conto y Polo,Comandante del Ejército conservador
del Chocó y alcanza el grado de Capitán por su valerosa participación en las batallas
de Tutunendó, el Capotero y Bellavista. Terminada la guerra,
Manuel Saturio regresa a Quibdó y vuelve a ser
nombrado Juez de Rentas y Ejecuciones Fiscales para luego llagar a Juez Penal
del Circuito de Quibdó, lo que acentúa las intrigas de sus opositores. Se vio
entonces obligado a dejar el cargo y se convirtió en abogado de los negros.
Comenzó también su vida de músico y poeta, que combinó con su figura de hombre
apuesto y refinado que lo llevó a declararle su amor a la bella Deyanira
Castro, de la familias prestante de la
ciudad. Fue cuando el odio y la venganza de familia Castro Torrijos se agudizo
más contra una persona que no pertenecía a su círculo social.
Luego
de varias noches de romances furtivos. Deyanira quedó en embarazo, del que
nació una niña. La discriminación social le impidió contraer matrimonio con
Deyanira. Buscando consuelo para su desilusión se refugio en el licor. Buscando mitigar la
pena de amor que le había dejado su fustrada relación con Deyanira se enamoró
de Arcadia Blandón, quien a la postre resulto ser su hermana, luego de que don
Francisco Blandón al ver el romance le
contará que, él es su verdadero padre. Y cuando se entera de esa realidad se
lleno de ira e intento asesinar con un cuchillo
a su madre Transito, pero fue detenido por la muchedumbre alertada. De
allí en adelante fueron días tormentosos y llenos de amargura y resentimientos.
Y es por esa, mala jugada del destino es que
se queda en las tabernas y cantinas tomando licor para disipar las penas y el
dolor. Esa es la situación que aprovechan sus enemigos lo conducen embriagado a
la carrera primera y arman ellos mismos el conato de incendio y le quitan el
cinturón y la billetera en la madrugada del primero de mayo para montar la
coactada y acusarlo de incendiario, entre ellos Rodolfo Castro y Jorge
Tadeo Lozano , hijo del Alcalde de la ciudad Ángel María Lozano y con
la complicidad del Intendente el General Enrique Palacios Medina, confabulación
que sirvió para acusarlo de pirómano.
La
patraña ocurrió en la madrugada del primero de mayo. En esa época, el artículo
29 de la Constitución Política castagaba con la pena de muerte a los
incendiarios. El 6 de Mayo, un Concejo Verbal de Guerra condenó al
patíbulo.
ÚLTIMAS PALABRAS
“Dios
–dijo "Saturio antes de morir- en su inescrutable arcano, ha querido que
hoy siete de mayo de 1907,ocupe yo este lugar, para expiar todas mis faltas
cometidas pero como yo, en el transcurso de mi agitada y turbulenta vida, procuré sacar un bien del más supremo
mal; considero y no me permito culpar a quienes en cumplimiento de un deber han
dictado y aprobado mi sentencia de muerte; pues yo no dejo de comprender que
esto no es sino un correctivo para que no se trunquen el bienestar, paz y
progreso de esta naciente Intendencia Nacional del Chocó”
“Hoy
no me toca si no pagar la deuda que de antaño deben unos cuantos chacales, los
cuales, siendo autores de los mismos delitos que yo cometí, hoy están libres
porque a ellos no se les aplicó, en su
época los correctivos; ellos gozan de consideraciones y garantía".
"Esto a mi no me extraña, pues desde que tuve uso de razón comprendí que
la fatalidad me perseguía y donde quiera que mis miradas eran dirigidas,
chocaban con negros nubarrones instalados en el horizonte de mi existencia”.
“Esta
es la ley del mundo: Todo lo que nace tienen que morir; y a mi por mi mala
estrella, me toca hoy dar cumplimiento a esa inexorable ley, en un patíbulo
infame. Estoy plenamente convencido de la verdad de esta frase “El hombre en
pos de su destino, ciego avanza: Dios quiso ocultarle lo futuro para no hacerle
la vida tan amarga”.Démosle a mi patria, y con especialidad al Chocó, días
prósperos y quiera el cielo que nunca en sus horizontes asomen nubarrones
tempestuosos”.
Sus
últimas palabras estuvieron dirigidas a un amigo de infancia “amigo Ceferino
.Adiós. Desde muy pequeño no conocimos; fuimos amigos y además pariente, como
tú lo sabes, éramos casi hermanos y en nuestra niñez jugábamos
juntos…"."Después fuimos hombre y siempre no hemos querido como
tales; a pesar de que nubes tempestuosas han interrumpido nuestras en algunas
veces. Ya no puedo más que decirte adiós para siempre y si algún día vieres que
en mi fosa no hay cruz, hazla poner, que Dios te lo pagará Adiós”.
En
unos de los a partes finales de la Sentencia se afirma, "Hacía
54 años que en ésta nuestra tierra no se oía la descarga de un tio de fusíl
para castigar un crímen nefando y desentones hasta hopy llega a 20 más o menos
la cifra de los incendios o conatos de incendios en esta tierra. Ya se hacía
necesaria la aplicación de un correctivo....No hay, pues, en la medida aplicada
hoy ni odio antagónico de razas ni relajación del espíritu cristiano nuestro;
quién obró en ésta ocasión fue la Diosa que calza coturnos, lleva una venda en
los ojos, en la distra la espada que castiga, en la siniestra balanza que pesa
nuestro acto.....la Justicia".
Pese
a que el Presidente Rafael Reyes envió un mensaje urgente para que fuera el
ministro de Guerra que estudiará el caso, sus enemigos lo guardaron. Cuando se
supo la verdad, Saturio estaba bajo un metro de tierra, sepultado en el
Cementerio y con una cruz de madera con su nombre y fecha. Fecha del último
fusilado en Colombia por orden constitucional.
*Periodista
y escritor
joemosbe@epm.net.co
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