El
siete de mayo se cumplén 97 años del fusilamiento abogado
Manuel Saturio Valencia
Por José E. Mosquera*
A
las cuatro de la tarde del 7 de Mayo de 1907,al pie de un frondoso árbol
de Palosanto en el sitio que actualmente ocupa la residencia privada del
Comandante del Departamento de Policía Chocó, al son de trompetas
y tambores fue fusilado por un escuadron militar, el abogado Manuel
Saturio Valencia.
Manuel
Saturiofue un líder negro, nacido en 1867 en Quibdó. Se educó bajo la
tutela de los Sacerdotes Capuchinos, aprendió a leer y a escribir, luego
ingresó al coro de la Iglesia Parroquial y a los 15 años era un aventajado en
el dominio del latín, francés. Por su talento los Capuchinos lo enviaron a
estudiar leyes a Popayán pero su mayor preocupación fueron las Ciencas
Políticas. Este hombre nacido en la zona marginada de la periferia de
la ciudad de Quibdó con el paso de los años se convirtió en el
simbolo de la raza negra en el Chocó. Una región donde escazas personas de
la etnia negra habían aprendido a leer y a escribir. Saturio Valencia fue
una excepción, por ser el primero negro chocoano que tuvo la oportunidad de
cursar estudios universitarios.
Sin
lugar a dudas el regreso del nobel abogado Valencia a su
tierra después de cursar estudios de leyes en la capital
del Estado Soberano del Cauca, marcó el comienzo de una nueva
realidad política y social en el Chocó. Un territorio que desde la
época de la conquista, y luego del fin de la dominación española había estado
por más de ochenta y seis años bajo la tutela política y administrativa
de Popayán. Región que finalmente adquiere independencia política y administrativa
con la expedición del decreto 1347 del 5 de noviembre de 1907 que
crea en Intendencia Nacional del Chocó. Logro que se obtiene mediante la
unificación de las provincias del Atrato y el San Juan.
La
realidad política era difícil para un hombre de color , en
virtud a que el poder político y económico local estaban
en manos de una minoria privilegiada de descendientes de esclavistas, mineros y
comerciantes que desde el decenio de los años cincuentas del siglo XIX
venían luchando por la autonomía regional desde sus propios partidos
políticos pero a la vez con fuertes rivalidades por el control del poder
local, donde la mayorías de los hombres de la raza negra estaban
explicitamentemente excluidos por razones económicas y sociales.
El
abogado Valencia, además de ser el primer hombre de su raza que se gradua
en una Universidad, y es a la vez el primero en ocupar un cargo
importante en la ciudad: Personero municipal y luego Juez de rentas
y ejecuciones fiscales. Nombramientos que marcaron su ingreso a las
luchas políticas partidistas como miembro del Partido Conservador
En
consecuencia participa de manera activa en las luchas políticas regionales como
militante del conservatismo, bajo el amparo de la Iglesia Católica, en una
región que hacía parte de los ejes de los dominios políticos de los
caudillos del Gran Cauca, un territorio que desde el orígen de su
configuración territorial y política se había caracterizado por
ser un feudo de caraterizados gamonales liberales, ideologicamente
opuestos a los credos de la religión Católica por la participación
de los sacerdotes en las luchas políticas a favor de las causas políticas del
partido Conservador.
Manuel
Saturio Valencia desde el decenio de los años noventa del siglo XIX , estuvo en
el ojo del huracan de las rivalidades políticas y las guerras entre las
distintas fracciones de los partidos. En la Guerra de los Mil días
se alistó en las fuerzas de su partido al lado del Comandante del
Ejército conservador en el Chocó,Coronel Rafael Conto Polo, por su
valerosa participación en las batallas de Tutunendó, el Capotero y Bellavista
alcanza el grado de Capitán. Cuando terminó la guerra
regresa a Quibdó es nombrado de nuevo, Juez de rentas
y ejecuciones fiscales y luego Juez Penal del Circuito.
El
fín de la guerra no significó el cese de los odios y las intrigas entre los
militante de los dos partidos. Las secuelas de la guerra continuaron siendo
motivo de distanciamientos políticos entre los pobladores en la capital
chocoana. Su regreso estuvo marcado por el odio y los
señalamientos por las secuelas que habían dejado los enfrentamientos
militares en la conciencia de los miembros de ambos partidos. Pese a firma de
la paz entre los dirigentes nacionales, en algunas regiones continuaron
las intrigas políticas entre liberales y conservadores, y en ese circulo
vicioso de odios y retaliaciones el Chocó no fue la excepción.
Por
los cambios políticos en la condución del Estado y en las administraciones
regionales, Saturio Valencia, se vio obligado a dejar a renunciar
al cargo de Juez del Circuito y se convirtió en abogado de las causas de
los pobres. Y, además, comenzó una vida bohemia de "coplero, de
poeta,mujeriego y bebedor" como afirma el investigador Luis
Fernado Gónzález en su libro Quibdó
Contexto Histórico, Desarrollo Urbano y Arquitectónico .Dotes
que combinó muy bien con su figura de hombre apuesto y refinado que lo
llevó a declararle su amor a la bella Deyanira Castro Torrijos, hija de
un dirigente Liberal y miembro de unas de familias más prestante de la ciudad . Fue cuando los
odios y la venganza política de familia Castro Torrijos se agudizo más en
contra una persona que no pertenecía a su circulo político y social.
Luego
de varias noches de romances furtivos. Deyanira quedó en embarazo, del que
nació una niña. La discriminación social le impidió contraer matrimonio con
Deyanira. Buscando consuelo para su desilusión se refugio en el licor. Buscando mitigar la
pena de amor que le había dejado su fustrada relación con Deyanira se enamoró
de Arcadia Blandón, quien a la postre resulto siendo su hermana.
La
fustrasción de amor de Deyamira marco el comienza del final de la vida
del abogado Valencia. Su madre Transito se había casado con Manuel Saturio
Valencia, de quien heredo el nombre y apellido, pero como era
estéril. Saturio resulto siendo hijo de Francisco Blandón, vecino y compadre de
la pareja. Secreto que se conoció cuando en una noche el jóven abogado acude a
la casa de Francisco Blandón a solicitar el consentimiento de la familia para
contraer matrimonio con Arcadia. Hecho que provocó pánico y ecosor en la
conciencia de su verdadero padre que sale despavarido en medio de la oscuridad
de la noche en la búsqueda de Transito, pero ambos no saben como impedir el
matrimonio entre los dos hermanos.
Incapaces
de revelarle en secreto a sus hijos, la única salida que
encontraron Transito y Francisco fue confesar el secreto al
frayle Felipe de Abad para que impidiera la boda de los hermanos. La
noticias estremeció a la ciudad y se propagó tan rápido que el prestigioso
abogado fue objeto de burlas y toda clase de comentarios desagradables. La
confesión de sus padres fue el principio de una cadena de episodios
dolorosos para un hombre que se había convertido en un abanderado de las luchas
de los negros en una ciudad dominada desde el punto de vista económico y
político por una minoría “blanca”.
Cuando
se entera de esa realidad se lleno de ira e intento asesinar con un
cuchillo a su madre pero fue detenido
por la muchedumbre. De allí en adelante fueron días tormentosos y llenos de
amargura y resentimientos. Y es por esa, mala jugada del destino es que se
queda en las tabernas y cantinas tomando licor para disipar las penas y el
dolor. Esa es la situación que aprovechan sus enemigos políticos para llevarlo
embriagado a la carrera primera y armar ellos mismos el conato de incendio
que luego los convierte en prueba en su contra para juzgarlo y llevarlo al
patibulo.
En
efecto, son los mismo que los despojan del cinturón y la billetera
en la madrugada del primero de mayo para montar la coactada y acusarlo de
incendiario, entre los autores materiales de la coactada fueron Rodolfo
Castro y Jorge Tadeo Lozano , hijo del Alcalde, Ángel María
Lozano quienes actuaron en complicidad con el Intendente el General Enrique
Palacios Medina y otras personalidades, confabulación que sirvió para
acusarlo de pirómano.
La
patraña ocurrió en la madrugada del primero de mayo. En esa época, el artículo
29 de la Constitución Política castigaba con la pena de muerte el delito de incendio.
Acusado del delito de intento de incendio fue llevado al paredon de
fusilamiento, pero lo más destacado en todo el proceso acusatorio en
contra del abogado Valencia fue la manera como el Juez Penal del
Circuito, Gregorio Ananías Sánchez, recopiló las pruebas para luego
dictar la sentencia de muerte. Lo curioso de este proceso fue que el Juez
Sánchez, un día después de la detención y sin haber escuchado en
indagatoria al acusado, en un extenso reportaje que escribió en el
periódico " Ecos del Chocó" lo condenó anticipamente a la
pena de capital.
El
Juez Sánchez en el extenso reportaje aseguró, "cuando aún resuenan en
nuestros oídos los disparos que intentaron quitar la vida al Presidente,
cuando todavía repercuten en las cuencas de nuestras montañas las descargas que
despedazaron a los forajidos que quisieron con su crimen hundirnos en la más
espantosa de las situaciones políticas, cuando todos esos recuerdos no se han
esfumado y todavía viven en la mente del pueblo colombiano, a parece de nuevo el
monstruo acá en nuestras selvas, y se yerque altanero y deja oír su carcajada
de demonio y su rechinar, de dientes de fiera famélica pidiendo sangre y
destrucción”.
“Si
porque el atentado de la madruga del primero de mayo en ésta ciudad, es una de
las más espantosas e infames manifestaciones de la anarquía concebir un plan,
tenerlo en gestación por dos días consecutivos, esperar tranquilamente que todo
el pueblo laborioso se entregue al descanso después de la brega diaria,
aguantar que trascurra las primara horas de la noche, tomar luego la tea
incendiaria preparada de antemano, en caminarse al centro importante y rico de
la ciudad, elegir el edificio de techo de paja como combustible por sus
proximidad a otros de la misma tachadura, poner fuego en el acto y enseguida
huir eso es ser anarquista”. “La tea del incendiario de una ciudad de madera
mide a todos con la misma vara". "El alma corrompida que la aplica no
hace distingo ni de posesiones, ni de fortuna, ni de edades, ni de sexo, ni de
rezas en el cerebro del chacal del incendiario no caben ni se reproducen ideas
de ningún orden elevado, sólo comprende una sola palabra: destrucción”
"Para
él el amor no es nada, la amistad no existe y el cristianismo es una farsa en
el fondo. Se constituye en el vocero y representante de los desgraciados y
considera a la sociedad como un conjunto de seres sin conciencia en que todos
son ladrones que le han quitado hasta la parte del aire y del sol que le
corresponden.”
“Pocas
horas habrían bastado para consumar la destrucción de Quibdó, dos o tres
millones de pesos en plata se habrían convertido en cenizas. Y ese miserable es
anarquista pero es anarquista estúpido porque en su pretendida obra no hace
distingos, sus congéneres de otras naciones, luchan por los infelices…" .
"Mientras no se haga luz suficiente en el atentado y la sanción se haga
sentir de modo tal que comprendamos que la justicia nos protege, que el
gobierno vigila por todos y que ante que el individuo está la comunidad”.
“Nosotros
no pedimos el linchamiento porque tenemos nuestras leyes y no queremos que el pueblo ejerza una justicia que en sus
manos se llamaría venganza. La sociedad no se venga si no que aplica la ley sin
contemplaciones, sin distinciones y de modo completo. Es necesario el
escarmiento de los malvados de cualquier raza o categoría. Nuestro código penal
es severo pero hay que convenir que éste delito no debía ser materia de la
justicia ordinaria”. “A este infeliz, bastante joven todavía, dotóle Dios de
una inteligencia regular y llego hasta ser dispensador de justicia en esta
ciudad por mucho tiempo como Juez Municipal, pero su celebro no dá vibraciones
suficientes para distinguir cuando se trata de analizar hechos complejos:
aficionado a las lecturas de toda clase, llegó a corromperse intelectualmente
hasta el extremo de aspirar a la celebridad de Nerón”.
Al
dia siguiente de la publicación de estas sindicaciones Saturio Valencia fue
detenido y en carcelado, y luego de cinco días de interrogatorios a la
tres y media de la tarde del seis de mayo, mediante veredicto de un Consejo
verbal de Guerra fue condenado a la pena de muerte.
En
unos de los apartes la Sentencia condenatoria dice,” Todo el que pudo
ponerse de pié salio preguntando el lugar del siniestro y se le indicaba como
tal, la casa de madera y paja del señor Ruperto Perea, situada en una de las
calles más centrales, comunicadas con
las dos casas pajizas de Erasmo Rengifo y Herlinda B. de Torrijos, y rodeada de
otras casas de madera que forman la calle más populosa de Quibdó”, los primeros
individuos que llegaron pudieron ver que, las llamas habían prendido en el
techo hasta el punto de iluminar el lugar del amenazante acontecimiento, y sólo
debido al arrojo y a la actividad con que procedieron los primeros
concurrentes, puedo evitar que la ciudad quedara en un momento reducida en un
motón de cenizas”
“Al
amanecer la guardia que quedo custodiando el lugar y los dueños de la casa
incendiada, encuentran entre la paja
arrancada para impedir la comunicación de fuego, primero una bola de trapo empapada
de petróleo, y luego un cinturón elástico a listas blancas y negras que tiene
cosidos una relojera de cuero y un portamonedas de los mismo. Por las
diligencias practicadas por el Juez del Circuito, esta comprobado el delito y
su autor como puede verse de las declaraciones de los testigos Jorge T. Lozano,
Delio Mejía, Emiliano Mejía y José Antonio Gómez”.
En
el proceso del fusilamiento de Manuel Saturio Valencia sobresalen dos
hechos, que demustran las claras evidencias del
complot organizaron,el Intendente Enrique Palacios Medina, el alcalde
Angel María Loazano, el Juez del Circuito, Rodolfo Castro Torrijos y otras
personalidades de la ciudad para embriagar al abogado Valencia y acomodar
las pruebas para condenarlo. El primero, Ni el Juez ni los otros miembros
del Consejo de Guerra tuvieron en cuenta las pruebas de inocencia
presentada por los abogados defensores,Heliodoro Rodríguez y Manuel Gregorio
Salazar. El segundo, hecho esta relacionado con los nexos de políticos, de
negocios y familiares que tenían los testigos y los responsables de dictar el
veredicto.
Y
fue por ese mismos complot entre testigos y autoridades que días después de su
muerte se exclareció que los mismos que testificaron en su
contra habían sido los mismos que lo habían embriagado y
aprovecharon su estado de alicoramiento para quitarle sus
pertenencias que luego arrojaron en el lugar del supuesto incendio
que ellos mismos provocaron.
Los
abogados Rodríguez y Salazar, además de sustentar la defensa para que se
conmutara la pena, por encontrarse el acusado en estado de embriaguez en el
momento de los hechos,antes las evidencias del complot encontra de su
defendido, acudieron al Presidente de la Republica. En efecto, el 6 de
mayo enviaron un telegrama al Presidente Rafael Reyes pidiendo la
conmutación de la pena. En el telegrama los juristas le dijeron al
Preseidente,“Defensores de
oficio de Manuel Saturio Valencia, sindicado incendio Quibdó os pedimos
respetuosamente conmutación de la pena capital, como acto de humanidad y justicia”.
El siete de mayo, horas, ante de la ejecución llego el telegrama de respuesta
del Presidente Reyes, en la que señaló,“Asunto
sentencia contra incendiario Quibdó pertenece a
Ministerio de Guerra, al cual he pasado vuestra telegrama”.
Telegrama
que los acusadores guardaron pero ¿quiénes fueron los responsables del complot
para guardar el telegrama que trasladaba el proceso al ministerio de Guerra, y
luego fusilar a Manuel Saturio?. Fueron Rodolfo Castro Torrijos, Ángel María
Lozano, los hermanos Delio y Emiliano Mejía, Jorge Lozano, José Antonio Gómez,
Clodomiro Moreno y el Intendente Enrique Palacios Medina.
La
escogencia de Clodomiro Moreno y el Rodolfo Castro Torrijos
como peritos para que practicaran la inspección ocular de los
hechos que ellos mismos habían a comodado, además de ser complices del
estado de embriaguez del acusado. Además Rodolfo, era
hermano hermano de Deyanira y quien se opuso a los amores que mantenían
con Manuel Saturio. Increiblemente que
en todo el proceso el señor Castro actuo
como Juez y parte.
Carlos
A Orrego, en una crónica que escribió para el periódico "Ecos del
Chocó",relató las últimas horas de vida de Manuel Saturio
Valencia, antes de ser ejecutado, “A las seis del seis de mayo fue sacado
de la Cárcel y estuvo en la capilla hasta el otro día a las tres y media hora en que se le condujo al
sitio donde debía se pasado por las armas. Durante el tiempo que estuvo en la
Capilla no toco visitarlo dos veces; la primera el día mismo en que se le había
notificado la sentencia, lo vimos de noche a eso de las siete, no denunciaba
ansiedad o perturbación ninguna". "Estaba casi oculto en un ángulo de
la capilla y parecía abstraído. A su lado había una mesa pequeña y sobre ellas
un paquete de cigarros y un breviario”.
“Respetando
su abstracción no quisimos entrar para no interrumpirle, pero él se volvió el
rostro hacia nosotros y nos instó a que lo hiciéramos, y aún brindó asiento.
Hablamos poco o casi nada, y en verdad que el momento no era propicio para
ello. Además que podíamos decirle”. “La segunda vez que lo visitamos fue a las
dos de la tarde, dos horas antes de la señalada para la ejecución".
"Lo vimos turbado y leyendo un breviario y la contracción nerviosa de su
rostro y la abundante transpiración que observamos sobre su frente, nos probaba
que sí tenía, en ese momento al menos, la proximidad a su fin, aún cuando
aparentaba o trataba de aparentar completa tranquilidad". "Nos brindó
un cigarrillo, y al preguntarle que sí tenía alguna declaración que hacer para
recogerla nosotros y publicarla, todo lo que tengo que decir es esto que
escribí”.
“A
las tres y media el reo fue conducido por una
escolta hacia la parte note de la población, a un llamo contiguo al
cementerio, en donde se había preparado el cadalso, cuyo sito preciso señalaba
un banco de mambú y una tablilla con el nombre del reo". "El desfile
de la comitiva fue imponente". "Saturio iba a la cabeza, en medio de
la escolta cuyo paso marcaba una caja a la sordina”
Hubo
lágrimas y sollozos entre quienes acudieron a ver la última ejecución ordenadas
de dentro de la ley de pena de muerte. No hubo clemencia: a Saturio le
dispararon al corazón por incendiario. Este poeta y músico puso en el corazón
de sus hermanos de raza perseguidos por el complot del Intendente, el Juez, la
familia Castro y sus amigos políticos. acabaron con la vida promisoria de un
hombre que a los 40 años se había convertido en una esperanza para
los más humildes en una ciudad donde una minoría controlaba el poder político y
económico.
Envuelto
en una túnica, descalzo y magullado por los azotes que le dieron durante su
reclusión en la Cárcel. Manuel Saturio camino lento hacia el paredón. Luego un
soldado se acercó, le puso una venda blanca sobre sus ojos y un instante
después sonó la descarga como los truenos de una tormenta. Y con esa descarga
se apago la vida de unos de los primeros intelectuales negros.
Pero
su proceso de fusilamiento fue una mezcla de muchos sentimientos encontrados de
odios, de rencores, de pasiones, unidos a los problemas de tipo político,económicos,
sociales. Pero en el fondo el fusilamiento de Saturio no fue un
crímen racial sino político. Equivocadamente por intereses políticos
se ha querido demostrar este hecho como un acto de la discriminación
racial y venganza de la minoría blanca que obstentaba el poder político y
económico en la ciudad.
Para
comprender el fenómeno del fusilamiento de Manuel Saturio hay que correr el
velo del racismo y profundizar más en un estudio más desapasionado sobre
la evolución de los cambios políticos y económicos que experimentaba la
ciudad y la Intendencia dentro del contexto del momento histótico que se vivie
en ese momento en el país. Es decir, hacer un jucio histórico serio
pero sin el sesgos racista para correr el velo sobre el mito y
las leyendas que hábilmente acomodado algunos escritores y líderes
negros sobre este personaje.
González
dice "hecho al cual se le ha dado una connotación racial y bajo diversas
apreciaciones ideológicas se convirtió en un hecho histórico y en un ícono de
la lucha racial y política, y su sucesiva utilización ideológica de
acuerdo con los intereses del momento". Una evidencia que el
fusilamiento del abogado Valencia no fue por razones raciales esta
demostrado en el testimonio escrito por el periodista Vicente Ferrer, de las
actuaciones de las un grupo de damas de la élite de la ciudad que intentaron
por cuantos medios les fue posible solicitaron la intervención del Clero
para que no se ejecutará la sentencia.
Ferrer
sobre este espisodio escribió, "de nada valió tampoco el ruego humanitario
de las damas de Quibdó que bribrantes sus corazones de caridad y de justicia,
sin distingo de clases sociales,salieron en su defensa, pero todo fue inútil.
Negros y blancos lo amaron y lo odiaron,pero sólo las mujeres lo llamaban
el adalid del ebano y ellas fueron las que más rogaron su indulto".
Sus
defensores fueron dos abogados “blancos” que alegaron por todo los medios para
que en el Consejo verbal de Guerra se le perdonara la vida y no consiguiendo su
objetivo en Quibdó se dirigieron personalmente al Presidente de la República
y no pudieron evitar el fusilamiento de su defendido.
Últimas Palabras
“Dios –dijo "Saturio
antes de morir- en su inescrutable arcano, ha querido que hoy siete de mayo de
1907,ocupe yo este lugar, para expiar todas mis faltas cometidas pero como yo,
en el transcurso de mi agitada y turbulenta
vida, procuré sacar un bien del más supremo mal; considero y no me
permito culpar a quienes en cumplimiento de un deber han dictado y aprobado mi
sentencia de muerte; pues yo no dejo de comprender que esto no es sino un
correctivo para que no se trunquen el bienestar, paz y progreso de esta
naciente Intendencia Nacional del Chocó”
“Hoy
no me toca si no pagar la deuda que de antaño deben unos cuantos chacales, los
cuales, siendo autores de los mismos delitos que yo cometí, hoy están libres
porque a ellos no se les aplicó, en su
época los correctivos; ellos gozan de consideraciones y garantía".
"Esto a mi no me extraña, pues desde que tuve uso de razón comprendí que
la fatalidad me perseguía y donde quiera que mis miradas eran dirigidas,
chocaban con negros nubarrones instalados en el horizonte de mi existencia”.
“Esta
es la ley del mundo: Todo lo que nace tienen que morir; y a mi por mi mala
estrella, me toca hoy dar cumplimiento a esa inexorable ley, en un patíbulo
infame. Estoy plenamente convencido de la verdad de esta frase “El hombre en
pos de su destino, ciego avanza: Dios quiso ocultarle lo futuro para no hacerle
la vida tan amarga”.Démosle a mi patria, y con especialidad al Chocó, días
prósperos y quiera el cielo que nunca en sus horizontes asomen nubarrones
tempestuosos”.
Sus
últimas palabras estuvieron dirigidas a un amigo de infancia “amigo Ceferino
.Adiós. Desde muy pequeño no conocimos; fuimos amigos y además pariente, como
tú lo sabes, éramos casi hermanos y en nuestra niñez jugábamos
juntos…"."Después fuimos hombre y siempre no hemos querido como
tales; a pesar de que nubes tempestuosas han interrumpido nuestras en algunas
veces. Ya no puedo más que decirte adiós para siempre y si algún día vieres que
en mi fosa no hay cruz, hazla poner, que Dios te lo pagará adiós”.
En
unos de los a partes finales de la Sentencia se afirma, "Hacía
54 años que en ésta nuestra tierra no se oía la descarga de un tio de fusíl
para castigar un crímen nefando y desentones hasta hopy llega a 20 más o menos
la cifra de los incendios o conatos de incendios en esta tierra. Ya se hacía
necesaria la aplicación de un correctivo....No hay, pues, en la medida aplicada
hoy ni odio antagónico de razas ni relajación del espíritu cristiano nuestro;
quién obró en ésta ocasión fue la Diosa que calza coturnos, lleva una venda en
los ojos, en la distra la espada que castiga, en la siniestra balanza que pesa
nuestro acto.....la Justicia".
Pese
a que el Presidente Rafael Reyes envió un mensaje urgente para que fuera el
ministro de Guerra que estudiará el caso, sus enemigos lo guardaron. Cuando se
supo la verdad, Saturio estaba bajo un metro de tierra, sepultado en el
Cementerio y con una cruz de madera con su nombre y fecha. Fecha del último
fusilado en Colombia por orden constitucional.
*Periodista
y escritor
joemosbe@epm.net.co
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